Poco periodismo sobre periodistas: la cobertura mediática de dos informes en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa

Nicolás Carissi, Mateo Castells, Marisol Cavada, Lucía Da Silva, Rafael Debeces, Matías Kapek, Jerónimo López, Santiago Pancic, Manuel Ulfe, Natalia Uval

La confianza de la población en la prensa a nivel global venía en declive hasta la emergencia de la pandemia de covid-19. En 2021, según el Instituto Reuters1https://reutersinstitute.politics.ox.ac.uk/es/digital-news-report/2021, hubo un quiebre en esta tendencia y creció 6% la confianza en las noticias. Sin embargo, una encuesta reciente de la Usina de Percepción Ciudadana2https://usina.com.uy/es-mayoritaria-la-poca-o-nula-confianza-en-los-medios-de-comunicacion/ para el caso uruguayo arroja que el 64% de las personas confían poco o nada en los medios de comunicación del país.

La prensa es una de las instituciones tradicionales de la democracia y si bien la importancia de su rol fue muy marcada durante la pandemia, especialmente frente a la circulación a gran escala de acciones de desinformación y fake news, sufre el debilitamiento de las instituciones democráticas registrado en recientes encuestas de opinión pública. En Cómo mueren las democracias, un libro publicado en 2018 por los politólogos de la Universidad de Harvard Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, uno de los indicadores que a juicio de los autores muestran el deterioro del sistema democrático es la predisposición a restringir libertades, y entre ellas, la libertad de expresión y en particular la de los medios opositores. Esta libertad se horada en ocasiones desde la cúpula misma del poder, como en el caso de los cuestionamientos del expresidente estadounidense Donald Trump a la prensa tradicional de su país.

Según datos del Latinobarómetro3latinobarometro.org, entre 2002 y 2020 prácticamente se duplicó la cantidad de personas que piensan que, “en caso de dificultades, está bien que el presidente controle los medios de comunicación”. En 2002, el 20% estaba de acuerdo o muy de acuerdo con esa afirmación, y en 2020 el porcentaje llegó al 39%.

En este contexto de debilitamiento de la democracia a nivel global, de pérdida de confianza en la prensa tradicional y de incremento de la predisposición a restringir la libertad de prensa, en Uruguay se dio un debate a nivel público sobre la libertad de prensa en el país, originado por la difusión de un informe de Reporteros sin Fronteras que mostró una caída del país en el ranking de libertad de prensa del puesto 18 al 44. La discusión estuvo centrada, como se mostrará en el análisis de la cobertura mediática, en aspectos metodológicos del informe, y no ingresó en el fondo del asunto. En este sentido, este artículo del OMU busca detallar la diversidad de aspectos incluidos en el concepto de “libertad de prensa” según los estándares internacionales, y caracterizar la cobertura mediática que se realizó de la difusión del informe de Reporteros sin Fronteras y del informe del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo), difundidos en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra el 3 de mayo.

Marco jurídico interamericano y estándares internacionales

A nivel interamericano, distintos pronunciamientos de la Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos destacan la importancia del periodismo y de los medios de comunicación para la democracia, ya que “son los periodistas y los medios de comunicación quienes mantienen informada a la sociedad sobre lo que ocurre y sus distintas interpretaciones, condición necesaria para que el debate público sea fuerte, informado y vigoroso”4El marco jurídico interamericano sobre el derecho a la libertad de expresión. Relatoría Especial para la Libertad de Expresión Comisión Interamericana de Derechos Humanos, OEA. 2010. Páginas 61-63.. Al mismo tiempo, “una prensa independiente y crítica es un elemento fundamental para la vigencia de las demás libertades que integran el sistema democrático”5Op.cit..

Asimismo, el marco interamericano destaca la importancia de la existencia de medios de comunicación independientes y pluralistas como garantía de la existencia de una sociedad “libre y abierta” y de un gobierno “responsable”6Op.cit..

En 2018, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, el Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Relator Especial sobre Libertad de Expresión y Acceso a la Información de la Comisión Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos (CADHP) realizaron una declaración conjunta sobre la independencia y la diversidad de los medios de comunicación en la era digital, en la que mencionaron factores de importancia para garantizar ambos aspectos7https://www.oas.org/es/cidh/expresion/showarticle.asp?artID=1100&lID=2.

Allí establecieron, como principios generales, que los Estados “tienen la obligación positiva de crear un entorno general propicio para buscar, recibir e impartir información e ideas (libertad de expresión)”. Esta obligación incluye, entre otras medidas:

-Asegurar que haya leyes sobre el derecho de acceso a la información pública y que se exija su cumplimiento. Sobre este aspecto, si bien en Uruguay existe una ley de acceso a la información pública desde 2008, el mencionado informe de Cainfo8https://cainfo.org.uy/sitio/cainfo-registro-69-amenazas-y-restricciones-a-la-libertad-de-expresion-en-el-ultimo-ano/ alertaba precisamente sobre los obstáculos establecidos por las autoridades al cumplimiento de la norma.
-Asegurar que las leyes sobre difamación sean exclusivamente de índole civil, en vez de penal, y que no dispongan la adjudicación de indemnizaciones excesivas por daños y perjuicios. En este sentido, la normativa uruguaya está en deuda, ya que mantiene el delito de difamación en la órbita penal y en diversos juicios civiles documentados en el informe de Cainfo se exigen indemnizaciones excesivas por daños y perjuicios.
-Propiciar un entorno de trabajo seguro para los periodistas.
-Garantizar el respeto de la independencia de los medios de comunicación y, en particular, la independencia editorial.
-Usar diversos instrumentos para promover la diversidad de los medios de comunicación, incluso a nivel local y, entre otras cosas, asegurar que los medios comunitarios tengan un espacio para operar en todas las plataformas de distribución y cuenten con recursos adecuados.
-Abstenerse de aplicar formas indirectas de censura, como el abuso de los controles de la prensa, las frecuencias de radio o la infraestructura utilizada para difundir contenido de los medios; asegurar la independencia de los órganos facultados para regular a los medios de comunicación.
-Salvaguardar el papel de los medios de comunicación públicos independientes y sostenibles, en particular con la finalidad de asegurar el suministro de información de buena calidad.
-Garantizar el derecho a proteger las fuentes confidenciales de información, incluso con la protección del material en el que se identifique la fuente, como notas y archivos profesionales, de diversas formas, entre ellas el cifrado de las comunicaciones.
-Respetar la libertad de circulación de los periodistas tanto locales como extranjeros.
-Crear salvaguardias apropiadas contra el registro y la incautación de material periodístico.

Como se ve en esta enumeración, garantizar la libertad de prensa y de expresión, en particular en relación a los medios de comunicación, supone para el sistema internacional de derechos humanos bastante más que no practicar la censura y evitar que los periodistas sufran agresiones físicas.

En la misma declaración se advierte que es “legítimo que los políticos y los funcionarios públicos formulen críticas, correcciones u objeciones con respecto a reportajes específicos en los medios”. Sin embargo, se remarca que “cuando lo hagan, siempre deben tener cuidado de asegurar que sus comentarios sean precisos, evitar la estigmatización y la desacreditación de los medios y no amenazar a periodistas ni socavar el respeto de la independencia de los medios de comunicación”. Este es precisamente uno de los puntos que estuvo en discusión tras la difusión de los informes de Cainfo y de RSF, principalmente en relación a los comentarios contra periodistas y medios en redes sociales de la senadora nacionalista Graciela Bianchi, tercera en la línea de sucesión presidencial en Uruguay.

También se señala en la citada declaración de los expertos que los Estados deben establecer sistemas efectivos para asegurar la transparencia, imparcialidad y no discriminación en el acceso de los medios de comunicación a recursos del Estado, incluida la publicidad oficial. En Uruguay todavía no se ha aprobado una norma que garantice el acceso equitativo a la publicidad oficial.

En la declaración se menciona la necesidad de que los Estados tomen medidas apropiadas para crear un entorno económico que apoye un paisaje diverso de los medios de comunicación, que abarque medios tradicionales y medios que sirvan a comunidades locales o rurales, sin socavar su independencia, con sistemas de subsidios independientes o uniformes y exoneraciones fiscales. Se indica además que los Estados deben asegurar que “todos los aspectos de los mercados de los medios de comunicación, como la publicidad y la producción y distribución de contenido, funcionen de una manera imparcial y competitiva, protegidos de prácticas anticompetitivas de aquellos que detenten una posición fuerte o dominante en el mercado”.

Estos últimos aspectos refieren a la dimensión económica necesaria para garantizar la independencia y la diversidad en el ecosistema mediático, clave para garantizar a su vez la libertad de prensa.

La cobertura mediática de dos informes sobre libertad de prensa en 2022

El 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. En ese marco, y como todos los años, a fines de abril y en los primeros días de mayo de 2022 se difundieron los informes de las organizaciones Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo) y Reporteros Sin Fronteras (RSF). En este artículo se analizará la cobertura mediática que tuvieron dichos informes.

Para el análisis se tuvo en cuenta todos los artículos informativos y de opinión de la prensa escrita y digital y todos los informes televisivos al respecto publicados o emitidos entre el 29 de abril y el 8 de mayo.

La primera constatación que surge es que a nivel de los informativos de televisión, ni el informe de Cainfo ni el de Reporteros sin Fronteras (RSF) ameritaron cobertura por parte de los canales privados de televisión; en cambio, sí hubo informes de los canales públicos.

Canal 5 no abordó de manera concreta el reporte realizado por Cainfo, pero dedicó sus informes al trabajo realizado por RSF. En uno de ellos consultó al director del Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia (OBSERVACOM), Gustavo Gómez, quien habló la mayor parte del informe. Se refirió a los datos presentados, puntualizando que “hay señales de deterioro” de la libertad de prensa en el país, si bien se refirió también al cambio de metodología que hubo en el informe y que fue lo que hace “pegar ese salto” al país en el ranking. El otro informe de Canal 5 abordó el tema a partir de declaraciones del periodista Danilo Arbilla, quien no fue consultado puntualmente sobre los datos del informe pero habló a nivel general de la libertad de prensa.

TV Ciudad fue el único medio audiovisual que presentó información respecto al trabajo realizado por Cainfo. Durante su noticiero “MVD Noticias” emitió un informe que contó con dos fuentes: Fabian Werner (representante de Cainfo) y Pedro Vaca (representante de OEA). Ambos respaldaron el informe en cuestión. El medio se ocupó de complementar sus testimonios con información cualitativa, enmarcando todo lo presentado con el zócalo: «Uruguay: aumentan amenazas a libertad de expresión».

En el primer reporte en relación al informe de RSF, TV Ciudad presentó la información a través del zócalo: «Ranking mundial de libertad de expresión: Uruguay pasó del puesto 18 al 44». Se consultó al presidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), quien respaldó el informe y trajo a colación problemáticas puntuales que explican la posición de Uruguay en el ranking allí presentado.
En su segundo informe sobre el trabajo de RSF, TV Ciudad consultó a uno de los integrantes de la organización autora del ranking, quien puso en contexto la ubicación de Uruguay y las características de las problemáticas que la justifican. Con respecto a lo primero, se destaca a través de un zócalo la frase textual: “Baja de Uruguay debe ser relativizada por cambio metodológico”.

Como conclusión general del tratamiento de los medios audiovisuales de este tema, se establece que el abordaje del tema de la libertad de prensa se hizo exclusivamente a través de los mencionados informes de Cainfo y de RSF, y hubo un foco particular en la discusión sobre la metodología de los estudios, en especial del segundo. Los informes se limitaron a la exposición de las distintas fuentes, sin entrar en un análisis directo de los datos por parte de los medios.

En cambio, en la prensa escrita y digital el tema tuvo una cobertura más amplia. El País, la diaria, El Observador y Montevideo Portal publicaron notas en el período considerado.

La diaria fue el único medio que publicó una nota referida al informe realizado por Cainfo. En esta, la atención está puesta en las estadísticas que arrojó el informe y las amenazas al trabajo periodístico, puntualmente desde organismos estatales. Respecto al trabajo realizado por Reporteros sin Fronteras, la diaria publicó tres notas: “Uruguay cayó del puesto 18 al 44 en ranking de Reporteros sin Fronteras sobre libertad de prensa”, en la que se difunde la clasificación de Uruguay dentro del ranking elaborado, junto con las problemáticas que la ONG entiende que atentan contra la libertad de prensa. Por otra parte, se habla del cambio metodológico y a través de distintos testimonios, se refuerza la información brindada por RSF, puntualmente con declaraciones de Fabián Werner y Fabián Cardozo, vinculados al informe de Cainfo. En la nota titulada “APU denuncia a la CIDH la “permanente actitud hostil contra periodistas” de Graciela Bianchi”, la diaria informa los motivos de la denuncia y se muestran tuits de la senadora que respaldan y ejemplifican lo señalado. En la nota titulada “Reporteros sin Fronteras le responde a Da Silveira: “Es falso” que investigadores tengan una agenda contra el gobierno”, el cambio metodológico del informe es el tema principal.

El País trató la problemática a través de dos artículos de opinión y una nota informativa titulada “Polémica por informe sobre ataques a la prensa: Mientras el gobierno cuestiona la metodología de este estudio, la ONG ratifica que hay «deterioro» en Uruguay”. En cuanto a los artículos de opinión se observa una línea de pensamiento que tiende a deslegitimar tanto el informe de RSF como el de Cainfo. En el artículo titulado “Periodismo y frivolidad” escrito por el director del diario, Martín Aguirre, se hace hincapié en que Uruguay se encuentra, según el ranking elaborado por la ONG internacional, por debajo de países como Sudáfrica, Timor o Argentina. Esta comparación busca evidenciar que los resultados no son un fiel reflejo de la realidad que en nuestro país se vive. También se habla de “chapuceras justificaciones sobre cambios metodológicos” apuntando a las declaraciones de la organización. En cuanto a aspectos de índole política, refiriéndose a las denuncias contra la senadora Graciela Bianchi, el periodista hace una comparación y apela a la memoria de sus lectores, narrando anécdotas personales ocurridas en gobiernos anteriores.


“Unesco, periodismo y libertad” es el título del artículo de opinión restante. En éste se expone el asedio digital al que es sometido el ejercicio del periodismo, junto con una sociedad “infantilizada al extremo”. Se citan las opiniones de Pablo Da Silveira, ministro de Educación y Cultura, quien dice que se trata de un problema a nivel mundial, con las principales empresas de publicidad digital acechando a los productores de contenido. Al igual que en el artículo anterior, toma fuerza la idea de que el resultado del informe de RSF se debe a un cambio metodológico y que es “casi tan incomprensible y agraviante como que varios periodistas uruguayos hayan replicado esa información de manera frívola y mal intencionada”.
Por su parte, Montevideo Portal publicó dos notas informativas: “Reporteros Sin Fronteras: Uruguay cae 26 puestos y se ubica en el 44 en Libertad de Prensa” en la que se introduce la información y la explicación del marco legal y contexto económico, donde se hace hincapié en la situación económica del país, leyes que regulan la difusión de información y casos de juicios a periodistas, factores decisivos para la elaboración del informe. Por otro lado, en la nota titulada: “Reporteros Sin Fronteras explicó cambio en metodología en ranking y contestó a Da Silveira” se habla de la situación económica de Uruguay, que explicaría la caída en el ranking de RSF. Además, hace mención a las declaraciones de Da Silveira, que afirma que el cambio metodológico es “problemático”. A raíz de esto, se cita la respuesta de la organización, que desmiente los dichos del ministro y contesta que es “falso” que los investigadores tengan una agenda en contra del gobierno.


El Observador publicó al respecto dos artículos. El primero de ellos es la nota informativa titulada “Tras cambio metodológico, Uruguay cayó 26 puestos en ranking de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras”. Como su título lo indica, se aborda como tema central el informe de RSF y más específicamente la ubicación de Uruguay en el ranking elaborado a partir de él. La principal fuente consultada es el director de la ya mencionada organización internacional, el que trata de relativizar la caída en el ranking entrando en detalles que respaldan el material presentado. Entre otras cuestiones, se tuvo en cuenta principalmente a la metodología y de forma específica aquellos temas que fueron influyentes en este informe para determinar la posición de Uruguay (presiones políticas, acceso a la información, Ley de medios, marco legal). El segundo artículo presentado por este medio fue titulado “Uruguay, un faro de la libertad de prensa”, y en él se hace dialogar lo sucedido en la conferencia del Día Mundial de la Libertad de Prensa organizado por Unesco en Punta del Este con el informe de RSF, con un ánimo claro de desestimarlo. En este sentido se ingresa en tópicos similares a los de la nota informativa, se trata la metodología y aquellos problemas que a partir de ella parecen ser los más graves que presenta la libertad de prensa de nuestro país.

Las conclusiones que arrojó el análisis de la cobertura mediática de dos informes relacionados a la libertad de prensa en 2022 son, a nivel general, las siguientes.

-El informe de RSF tuvo más atención que el de Cainfo. Este último fue tratado exclusivamente por la diaria a través de una nota y por Tv Ciudad a través de un informe.

-En relación a RSF, la información está enfocada en el puesto que Uruguay ocupa en el ranking y no se le otorga igual importancia a los datos que arroja el trabajo. Se llega a los datos por el ranking y no al ranking por los datos.

-Respecto a la posición de Uruguay en el ranking, se busca matizar los resultados mediante el cuestionamiento de la metodología utilizada. Hay en general poco sustento y ejemplificación de los problemas relacionados a la libertad de prensa, que como se vio en la introducción de este artículo, son diversos y van mucho más allá de la censura y la agresión. Además, en algunos artículos el encuadre apunta a ubicar a quienes respaldan el informe de RSF como contrarios al gobierno.

-En lo que refiere a artículos de opinión, ninguno problematiza los datos, pero sí cuestiona y critica la información. En los artículos de opinión de El País se realiza una comparación con otros países que se encuentran por delante de Uruguay en el ranking. Este medio es el único que hace mención a este acontecimiento y a través de este contraste, busca evidenciar incongruencias de los resultados.

-Se observa poca presencia acerca del “asedio digital”, temática principal en la conferencia global por el Día Mundial de la Libertad de Prensa de Unesco. Respecto a este tema solo una nota de El País y otra de Montevideo Portal hacen eco del asunto, pero no es el tema principal de los artículos.

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