Pautas de alfabetización informacional y mediática para combatir la desinformación

Lucía Alonso, Magela Cabrera, Ignacio Saraiva, Javier Canzani

¿Qué es la alfabetización informacional y mediática y cuál es su vínculo con los procesos de desinformación?

Los procesos de desinformación representan un fenómeno social que involucra la comunicación y el consumo de información en sus diferentes medios y formatos. Estos procesos están ligados al manejo de información, por tanto, siempre han sido parte de las prácticas de generación, uso y comunicación de la misma en la sociedad. No obstante, en la actualidad, los flujos de información y las herramientas para acceder a ella y comunicarla crecen y cambian de manera constante, lo que profundiza y diversifica los procesos de desinformación, por lo que resulta indispensable abordar la desinformación como fenómeno que impacta, cada vez más, en las diversas aristas de desarrollo social, político, cultural y de la vida cotidiana de las personas.

Como se expuso en otros artículos del Observatorio de Medios, se entienden los procesos de desinformación como aquellos en los cuales un emisor de información tiene el firme propósito de ejercer algún tipo de influencia y control sobre los receptores de dicha información, es decir, es un acto de mentira intencional al intentar tergiversar un hecho y presentarlo como verdadero (Rodríguez Andrés, 2018). En esta línea, los procesos de desinformación involucran diferentes tipos o fenómenos informacionales, como por ejemplo, el contenido engañoso, el contenido impostor, el contenido manipulado, la sátira o parodia, las noticias falsas, entre otros. Cada uno de estos fenómenos informacionales tiene un impacto en el consumo de información de las personas y en la toma de decisiones que realizan a partir de dicha información.

Los procesos de desinformación han sido estudiados desde una perspectiva comunicacional, y colocan el foco sobre la intención de quien comunica la información falsa, engañosa o que pretende generar desinformación, intentando desmotivar estas iniciativas. También se aborda desde la perspectiva informacional de quien consume información y luego comunica a partir de dicho consumo. En relación a los receptores o consumidores de información en el proceso de desinformación, es relevante detenerse en el análisis de las competencias y herramientas que poseen a la hora de identificar cuándo se están enfrentando a una información falsa o a un proceso de desinformación. Como se mencionó anteriormente, en la actualidad, los procesos de manejo y difusión de información se ven afectados por los cambios permanentes del medio informacional-comunicacional. El desarrollo de las redes sociales y las nuevas plataformas de acceso y comunicación de información generan nuevos espacios donde se diseminan la información y las noticias falsas, generando nuevos retos a la hora de evaluar las fuentes de información, ya que es cada vez más complejo poder identificar aquellas que son confiables. A su vez, aquellos individuos que no poseen la capacidad de analizar críticamente la información tienen mayores probabilidades de verse afectados por los procesos de desinformación. La evaluación de la calidad de las fuentes de información que consumimos y compartimos es crucial e indispensable para que las personas desarrollen un proceso crítico de selección de información confiable y veraz (Courtney, 2017; Budd y Stewart, 2018).

En virtud de ello, es cada vez más necesario generar herramientas individuales y colectivas para combatir los procesos de desinformación. En esta línea, se considera que la alfabetización informacional y mediática contribuye con acciones concretas en la identificación de los diferentes procesos de desinformación y en la generación de nuevas prácticas en el manejo de información que desincentiven estos procesos.

La alfabetización informacional y mediática consiste en un proceso de adquisición de competencias que le permiten a la ciudadanía interactuar con los medios de información y comunicación de manera efectiva y, sobre todo, desarrollar pensamiento crítico y habilidades para el aprendizaje a lo largo de la vida que les permitan formar parte activamente de la vida en sociedad (UNESCO, 2013). Se considera a la alfabetización informacional y mediática como una combinación de conocimientos, actitudes y habilidades que:

“permiten acceder a la información y el conocimiento, analizarlos, evaluarlos, utilizarlos, crearlos y distribuirlos con la máxima eficacia de acuerdo con los estándares legales y éticos. La persona alfabetizada en medios e información puede utilizar una variedad de fuentes y canales de información en la vida personal, profesional y social. Sabe cuándo y qué información se requiere y qué, dónde y cómo se puede obtener… sabe quién y con qué propósito se crea y distribuye esta información, tiene una idea sobre los roles y responsabilidades de las funciones de los medios, las instituciones de la memoria y otros proveedores de información. (…) MIL (la alfabetización informacional y mediática) va más allá de la tecnología de la información y la comunicación e incluye habilidades de pensamiento crítico, comprensión e interpretación de la información en diferentes áreas tales como educativas, sociales y profesionales” (IFLA, 2012, citado por Pinto y Uribe-Tirado, 2022).

La información en general y, en particular, los medios de comunicación utilizados en la actualidad para acceder y difundir información son centrales en el desarrollo de la vida de las personas e inciden directamente en su desenvolvimiento en la sociedad y en la toma de decisiones. La adquisición de herramientas que contribuyan a tener un buen manejo de la información y los medios contribuye a construir comunidades y a fortalecer los procesos democráticos, así como la vida en sociedad. En este sentido, se desarrollan pautas de alfabetización informacional y mediática como herramienta fundamental a la hora de combatir la propagación de los procesos de desinformación.

Pautas de alfabetización informacional y mediática para Uruguay: una propuesta de desarrollo

Tomando en cuenta lo expuesto en relación a los procesos de desinformación y de la alfabetización informacional y mediática como un campo de acción para combatir la propagación de dichos procesos, en el marco del Observatorio de Medios del Uruguay y particularmente los participantes del Grupo de Investigación AlfaInfo.uy desarrollaron una propuesta de Pautas de alfabetización informacional y mediática. 

Se entiende importante realizar una propuesta situada desde la realidad uruguaya. Si bien ya se han realizado pautas o normas de alfabetización informacional y mediática en otras regiones del mundo que presentan dimensiones transversales a estos procesos y, por tanto, de alcance internacional, debe tenerse en cuenta que la realidad de cada una de las regiones del mundo es diferente y esto alcanza a los procesos de desinformación. Realizar un análisis situado y atender el contexto de nuestro país para la realización de las pautas permite contar con un marco de referencia nacional que contemple las particularidades del ámbito local, derivando en un proceso de adecuación de los procesos de alfabetización informacional y mediática para el Uruguay.

Las pautas que aquí compartimos y que fueron presentadas en el marco de las III Jornadas de Investigación de la Facultad de Información y Comunicación pretenden ser un marco de acción general que posibilite el desarrollo de nuevos recursos e insumos para abordar esta temática. 

Las pautas se agrupan en cuatro categorías: competencias en información; competencias mediáticas; competencias interpersonales y competencias para el fortalecimiento y goce de derechos. Dichas categorías son una abstracción teórica a los efectos de ordenar la propuesta pero las competencias se encuentran interconectadas.

Competencias en información

En relación a las competencias en información, contemplan la dimensión del manejo de información que realizamos a través de los diferentes medios. Refieren al reconocimiento de la necesidad de información, el consumo crítico y consciente de la información y la infraestructura tecnológica así como también las implicancias éticas y legales involucradas en los procesos de consumo de información.

Competencias mediáticas

Por otro lado, las competencias mediáticas refieren al desarrollo de conocimientos y habilidades que nos permiten conocer, manejar y apropiarnos críticamente del ecosistema de medios de comunicación uruguayo del cual consumimos información y con el cual interactuamos. Entender las dimensiones sociales, económicas y políticas de los medios de comunicación, de las redes de comunicación y de las lógicas de comunicación y de reproducción de información en dichos medios es fundamental para abordar la información desde un pensamiento crítico.

Competencias interpersonales

A su vez, además de las competencias informacionales y mediáticas, debemos contemplar otras dimensiones intrínsecas a los procesos de consumo y comunicación de información en la actualidad. Tal es el caso de las competencias interpersonales que son necesarias para el actual mundo en red. Hoy se encuentran ampliamente extendidos en el uso cotidiano y diario de las personas los medios digitales y las redes sociales como uno de los canales principales de consumo e interacción con la información y con los medios. Es por esto que resulta fundamental que las personas nos reconozcamos parte y partícipes de ese mundo red. Comprender las implicancias del “estar en red”, sus derechos, sus obligaciones y entender el alcance de la construcción de comunidades digitales en las que participamos con otras personas.

Competencias para el fortalecimiento y goce de derechos

Por último, destacar las competencias que persiguen el fortalecimiento y goce de derechos de las personas que formamos parte y construimos sociedad. Reconocernos como sujetos de derecho que consumimos e interactuamos con el ecosistema de medios es fundamental para reflexionar críticamente sobre las brechas, las inequidades y los desafíos que representan las lógicas instauradas en dicho ecosistema y que perpetúan la reproducción de los procesos de desinformación. Conocer estos aspectos nos permite apropiarnos de nuestros procesos informacionales y mediáticos de manera crítica, combatiendo la desinformación.

Referencias bibliográficas

Budd, J. M., & Stewart, K. N. (2018). News, fake news, and critical authority. In Information Literacy in the Workplace: 5th European Conference, ECIL 2017, Saint Malo, France, September 18-21, 2017, Revised Selected Papers 5 (pp. 227-232). Springer International Publishing. 

Courtney, I. (2017). In an Era of Fake News, Information Literacy Has a Role to Play in Journalism Education in Ireland. Dublin Business School, 2017. esource.dbs.ie, https://esource.dbs.ie/handle/10788/3303 .

Pinto, M.; Uribe-Tirado, A. (2022): “Tendencias en la producción científica iberoamericana sobre alfabetización informacional y mediática”. En Sábada Chalezquer, C.; Núñez Gómez, P.; Pérez Tornero, J.M. (eds.), La alfabetización mediática e informacional en las Facultades de Comunicación en España. Observatorio ATIC, 5. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.

Rodríguez Andrés, R. (2018). Fundamentos del concepto de desinformación como práctica manipuladora en la comunicación política y las relaciones internacionales. Historia y Comunicación Social, 23(1), 231-244

Unesco (2013) Media and Information Literacy Policy and Strategic Guidelines. United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, 2013.

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